jueves, 26 de marzo de 2009

Jamón de bellota y jamón de cebo


¿Existen grandes diferencias entre jamón de bellota y jamón de cebo? Al parecer no, estos tipos de jamón no se diferencian en una cata y la composición nutricional que ofrecen es prácticamente idéntica, las diferencias estarían sujetas a la cantidad de grasa, los aditivos que pueden incorporar los jamones y el precio. Gracias a las etiquetas que presentan los jamones, podemos conocer algunas de sus características más significativas, basta con saber si son jamones de cebo, recebo o bellota.

En este caso vamos a hablar de las diferencias entre jamón de bellota y jamón de cebo, Consumer nos proporciona una comparativa entre ambos productos con un resultado muy interesante, pero vayamos por partes. Un jamón de cebo se obtiene del cerdo ibérico alimentado principalmente con cereales y piensos, mientras que un jamón de bellota procede de un cerdo alimentado exclusivamente con bellotas hasta el momento de su sacrificio. Aunque no vamos a hablar del jamón de recebo, nombraremos su característica, son jamones procedentes de cerdos que han recibido una alimentación mixta, bellotas durante el periodo de montanera y posteriormente hasta el momento de su sacrificio piensos y cereales catalogados como calidad superior.

Según un análisis comparativo de Consumer realizado con seis muestras de jamón ibérico en lonchas de seis marcas distintas, entre las que se encontraba una marca de jamón de bellota y cinco de cebo (Montaraz, Iglesias, Ibérico Sierra de Azuaga, Navidul , Iberjabug y Matorral), las cualidades organolépticas en la cata no variaron, sabor, aroma, textura, etc. sorprende que el jamón de bellota que se supone que es de mayor calidad, pasara desapercibido en la cata.

Otro aspecto a destacar es la aportación nutricional, en todas las muestras era prácticamente similar. En cambio el jamón de bellota destacaba con respecto a las demás muestras sobre su contenido en grasa que alcanzaba hasta un 34%, los demás presentaban un contenido graso situado entre el 20 y el 29%. También se destaca la ausencia de aditivos (elementos que se utilizan durante el proceso de salazón, nitratos, nitritos, correctores de acidez, antioxidantes, etc.) y un precio superior situándose en el doble de lo que cuestan los jamones de cebo.

En lo que respecta a la relación calidad-precio, el resultado muestra que no siempre el producto más caro es el de mejor calidad, el jamón más barato de todas las muestras utilizadas en el análisis comparativo resultó ser el más valorado en la cata. Además cumplía todas las normas exigidas en cuanto a etiquetado y mención de la empresa que certifica que el jamón cumple con las exigencias y normativas establecidas sobre el producto, algo que otras marcas de jamón no cumplían.

Estamos en tiempos de crisis y debemos controlar bien el gasto que realizamos, si queremos hacer algunas excepciones para estas navidades, es interesante tener en cuenta el resultado de la comparativa proporcionada por Consumer a la hora de comprar un jamón que satisfaga nuestras exigencias. A continuación os proporcionamos la tabla analítica de los resultados obtenidos, como podéis apreciar, el jamón de bellota sólo destacaba por las características antes mencionadas. Entonces, ¿merece la pena pagar hasta el doble de precio por un jamón de bellota?

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